Los amantes de la Historia de la Vida sabemos que la transformación digital, la Economía circular y el mundo feliz de las ruedas demagógicas de las Agendas 2030, 2040 o incluso de la 2050 no se ha inventando ahora. La evolución humana, sin rumbo determinado todavía, nos trae bondades como la que supone no tener que leer ya el periódico en un árbol muerto. La reutilización del papel era una técnica ya usada desde el siglo XIX en Inglaterra en la correspondencia (cross-writing), usada por escritores como Jane Austen, Charles Darwin o Lovecraft. Sus hábitos epistolares pasaban por, una vez completada la hoja de papel, girarla noventa grados incluso dos veces con el consiguiente ahorro económico al enviarlo por correo y no agotar los recursos que nos regala Pachamama.
Es lo que llamaríamos en empresa productividad o el «life hack americano« que utilizamos en imita de forma natural en todos los proyectos que participamos. Este término define cualquier truco, atajo, habilidad o método que nos permite buscar soluciones dónde el resto nos la ve. Algo similar a ese don de ver más allá que tenía Leonardo DaVinci para mantener en secreto sus profecías mediante escritura especular (o de espejo) y que ahora usamos en las ambulancias, por ejemplo, para poder leer de forma rápida desde nuestro retrovisor de Innovación.
Si hablamos de los palabros de eficiencia, productividad y eficacia, España no sale muy bien parada ya que el modelo se basa en trabajar muchas horas cuando los países más productivos son los que menos horas trabajan: Holanda, Francia, Irlanda y Luxemburgo. Por eso en imita apoyamos a nuestros clientes en esa técnica del «life hacking«, entramos de forma abrupta y sin permiso, para aplicar pequeños trucos que mejoren sus hábitos y productividad, pequeños gestos cotidianos que producen reacciones positivas y mejoran su calidad de vida y de trabajo.
Esta misma semana, María Neira, directora del Departamento de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud de la OMS, afirmaba a la agencia Reuters que «trabajar 55 horas o más a la semana es un grave peligro para la salud. Lo que queremos hacer con esta información es promover más acción, más protección de los trabajadores«. Los Directivos de pymes a menudo se sienten en la obligación de trabajar más horas para demostrar que son valiosos a sus equipos pero la paradoja detrás de esta premisa es que eso no se traduce en el 80% de los casos en relación con el sobreesfuerzo que se realiza.
Son ese perfil de Directivo a los que acompañamos en imita que, como al más puro estilo del futbolista Rafael Gordillo, con las medias caídas y sin espinilleras, corren la banda sin desmayo y con el resuello necesario para llegar a la línea de fondo de la mercadotecnia, ponen el producto (como las liebres a Felipe II) en el punto de penalti y hacen «pichichi» a su equipo comercial. Sin embargo, desde imita nos preocupamos de la salud mental y física de nuestros clientes, por caridad cristiana y por egoísmo mundano.
Por ese motivo hemos creado el servicio y la figura del Interim Manager que, como el SIDECAR de una moto, va siempre pegado al Directivo presentando pequeños «lifehack» para que sean dueños de sus actividades clave y se alejen de los saboteadores de los proyectos y los ladrones del tiempo. Les proporcionamos herramientas como RescueTime, les enseñamos hábitos sencillos como planificar la jornada en base a unos objetivos y metas, agendar los descansos y, SOBRE TODO, aprender a delegar y dotar a los miembros del equipo de autosuficiencia para tomar decisiones.
El Interim Manager surgió en los Países Bajos en los años 70 y no es ni un consultor ni un coach ni tampoco un gestor de crisis. Son Directivos que se integran en la cúpula de las empresas y tienen autoridad y autonomía para tomar decisiones que hagan que la transición y el cambio en la compañía, sucedan. Marcan las actividades clave, devuelven la motivación a los equipos, enseñan a los Diretivos a visualizar el foco y a medir los resultados transmitiendo visión y confianza.
Somos profesionales pragmáticos: si vemos que el CEO llega cansado a la oficina le ofrecemos dejar el coche lejos y llegar al despacho dando un paseo, si les viene grande el teletrabajo pandémico les ofrecen aplicaciones como Coffitiviy que les permite crear su propia Banda Sonora Laboral y recordar el susurro de la oficina, si padecen el Síndrome del Bombero les enseñamos el mandamiento de que lo que no está en Google Calendar no existe y, si padecen síntomas de estrés o distrés, les recomendamos sesiones de Mindfundness o Breathwork.
A algún gobierno venido a menos, de cuyo nombre no quiero acordarme, le sobran muchos Jefes de Gabinete, Asesores y otros Ventrílocuos de Asuntos Públicos. Les vendría bien un buen Interim Manager que les ayude, por ejemplo, a evaluar, seleccionar y decidir cuál es la mejor vacuna para cada ciudadano o abordar la Gestión del Caos en esta era del cambio postcovid para el bien de los ciudadanos.
Necesitamos Interim Manager que sean sherpas de los políticos y ayuden a los equipos técnicos a alcanzar todo su potencial, profesionales que hayan recorrido el camino de los aciertos y errores y puedan mirar cara a cara a los problemas encontrando soluciones que beneficien a la gran mayoría.
Bien decía Don Miguel de Unamuno que hay dos tipos de ojos, unos que miran, y otros que sueñan. Los primeros no están abiertos a ese mundo «Interim«, los segundos acogen al náufrago en Ceuta que espera a ser rescatado ante el desencanto hipotérmico de ver como la marea institucional se lleva las posibilidades de un futuro anclado en la vieja normalidad.
No es tiempo todavía de quitarnos las mascarillas, debemos de seguir aprendiendo a mirarnos a los ojos como hermanos de una misma casa y causa común. Esa será la mejor vacuna para cimentar ese mundo feliz del 2050.
“Si tienes suficiente información para hacer un plan de negocio de tu idea es que ya es demasiado tarde” Bill Gates, emprendedor que no sabía de marketing y llamó a su Sistema Operativo «Interface Manager» (Administrador de Interface), el UX de los 80s.
Alberto Saavedra at imita.es Chief Vissionary Officer