La fuerza del agua ha sido siempre utilizada en nuestros molinos de trigo pero hasta la Revolución Industrial, con la aparición de la rueda eléctrica, no se empleó para provechar la cinética del agua al caer en altura y transformarla en Energía. La primera central hidroeléctrica se construyó en 1880 en Northumberland (Gran Bretaña).
Lo curioso es que es una Tecnología que en la actualidad se sigue aprovechando con muy pocas innovaciones aunque haya hitos reseñables como el Centro de Control «más innovador de Europa» que abrió Gas Natural Fenosa en Velle (Ourense) el pasado año.
En Salamanca, tenemos uno de los mayores embalses de España, el de Almendra, por los que discurre el cauce natural del Tormes y, gracias a los fiordos del Duero, se encuentra la central española de mayor potencia instalada a la altura de Aldedávila (pertenece a Iberdrola).
Charlando sobre este asunto con Rubén Sánchez, socio creativo del Coffee Corner, un lugar idóneo para la «estrategia del posavasos», el «ideario de la servilleta» o el «Eureka del café», no nos llegaban «las luces» para comprender el motivo por el que, si tenemos el recurso natural autóctono, los consumidores domésticos pagamos en España la luz más cara de Europa.
El año pasado subió casi un 18% y se achacaba a la sequía y la falta de viento por lo que se había recurrido al gas y al carbón (y a la importación de Portugal que es más barata) para sustituirlas. Según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, durante la primera semana de marzo de este 2018, las reservas de agua de los embalses españoles han experimentado su mayor incremento semanal desde enero de 2010.
Red Eléctrica Española puede elegir en cada momento el mix de generación más adecuado a las necesidades del consumo, y el coste de la electricidad, pero este año, una subida de precios, no está justificada. Tengo la humilde y humana impresión de que estamos pagando los servicios energéticos al mismo nivel que cuando en el año 1992 comprábamos un Motorola con su servicio Moviline de telefonía móvil de primera generación.
La solución no pasa por mantener o montar nuevas centrales nucleares, que son las que generan más cantidad de la tarta energética, ya que demandan mucha agua y ya no quedan zonas libres que sean seguras por ser de fácil evacuación.
Las empresas tienen que apostar por la Innovación, tanto técnica como comercial. No sólo por las exigencias del Acuerdo de París, implementando las mejores prácticas del mundo que se detallan en «New Energy Opportunities: Innovations That Shape How Companies Manage Energy«, de Schneider Electric, y allanando el camino a las tecnologías sostenibles.
No es una cuestión sólo de conciencia de huella ambiental, es buscar el necesario equilibrio entre lo que consumimos y lo que necesitamos. En nuestro país, según un Análisis de la huella realizado por el Ministerio, para mantener el nivel de vida y población actual necesitaríamos casi tres Españas.
La clave del futuro sistema eléctrico estará basado en Energías renovables y la piedra angular será el Almacenamiento de la energía que permitirá adaptarla a la oferta y la demanda. Esta tendencia la corrobora el proyecto australiano de Elon Musk, fundador de Paypal y SpaceX, que intentará solucionar el problema continuo de apagones que sufren los koalas. Han construido la mayor planta de baterías Li-Ion del mundo que dará servicio a treinta mil hogares y disminuye en dos terceras partes los costes de producción.
El Planeta Tierra, al igual que los amigos fingidos, nos hace cortejo cuando nadamos en la abundancia, pero, a no ser que pongamos remedio, nos dejará solos en el infortunio.
«Einstein se equivocaba diciendo que «Dios no juega a los dados con el universo». Considerando las hipótesis de los agujeros negros, Dios no sólo juega a los dados con el universo: a veces los arroja donde no podemos verlos.» Stephen Hawking.