A lo largo de la historia, el concepto de Innovación no siempre ha tenido una connotación positiva. Hasta el siglo XIX, era algo dañino para la sociedad e incluso los grandes filósofos griegos y romanos lo percibían como algo maligno, afirmando que no se podía perpetrar un cambio que atente contra lo establecido.
En el Renacimiento era sinónimo de herejía y los innovadores eran los brujos de la época, llegando el rey de Inglaterra Eduardo VI a emitir una declaración contra los que innovan «Against those that doeth innouate«) de tal forma que toda renovación quedaba fuera del discurso religioso establecido.
En nuestro siglo XXI, la Innovación es la solución a todos los males de nuestra época y en esa «guerra de los mundos de Internet» con el duopolio de Google y Facebook, estamos viviendo una situación que se encuentra fuera de control por una serie de intermediarios fraudulentos que quieren seguirnos, de forma interesada, desde que nacemos y hasta que nuestro cerebro ya no puede consumir publicidad.
Ahora la creatividad del marketing digital pasa por crear el Messenger Kids, un Facebook para niños, algo que me causa pánico como padre y como ciudadano. El objetivo es que los pequeños se vayan enganchando con la Red Social y como dice el Director del Centro para la Tecnología humana de Google, es como si la Coca-Cola inventara un refresco para niños. Su objetivo es vender muchas «latas de publicidad» y moldear a los niños para que vayan adquiriendo las maneras de vivir de forma plena a través de su entorno virtual.
Si nos posicionamos según lo marca la ética o moral de la consecuencia, este juego de tronos sólo beneficiará sus cuentas de resultados. Ese Chat interferirá en las relaciones cara a cara y en el juego social de los niños en un momento en que su cerebro está desarrollando sus capacidades, destrezas y habilidades de comunicación, además de los peligros sobre los que nos alerta la Policía. La Ley protege a los niños pero los datos de Estados Unidos son aterradores: 3 de cada 5 niños menores de 14 años tienen cuenta de Redes Sociales.
Recuerdo hace dos años al fundador de Facebook presentar su proyecto internet.org en Barcelona para conectar el mundo con «internet gratuito» porque afirmaba que todo el mundo lo merece como parte de sus derechos fundamentales. Sin juzgar sus buenas intenciones, todos sabemos que el infierno está lleno de ellas, me conforta la divisa de la Granja de George Orwell cuando, después de la rebelión, una vez llegados los cerdos al poder, escribe que “Todos los animales son iguales, pero algunos animales son más iguales que otros”.
Sería positivo para la humanidad que estos brujos tecnológicos reflexionaran de forma socialmente responsable antes de lanzar un producto en modo «Prueba y Error» que puede dar al traste con la evolución natural de toda una generación.
El combate en casa, pasa por minimizar los daños colaterales de este lucro incesante. Ante la fortaleza de los bárbaros tecnológicos, como padres, sólo podemos predicar con el ejemplo de esa abstinencia de móvil que sugiere el Papa Francisco para esta Cuaresma.
La Libertad es el mejor camino para una sociedad más humana, más perfecta, más solidaria. Se puede perfeccionar la Tecnología para esperar el milagro de la Justicia pero, como decía Camus, no tenemos necesidad de Esperanza, sólo necesidad de Verdad.
«Late en el invierno de la humanidad dormida
la vida perezosa que no quiere despertar.
Quién será el profeta que aventure nuevos sueños
en el tiempo del silencio, de la calma, del ¡da igual!Hay que ser valientes como la primera yema,
y brotando en medio de la nada, del destierro,
resistir las dentelladas de los hielos y del frío,
hasta reintegrar a la tierra la fe en su germinar.Ocultos en la sola misericordia del recuerdo
duermen formas inacabadas y deseos inconclusos.
Espacio sagrado de lo que está por nacer.
¡Despertadlos! «.Despertares. Seve Lázaro