El Punto es una expresión poética y musical en la que los campesinos cubanos cantan a la vida del guateque, a la maja, al albedrío. Es la fiesta de la creatividad, de la fusión, de la improvisación. Los músicos e intérpretes están visiblemente divididos cada uno con su público, representando una lucha entre dos bandos que se distingue por una pañoleta vestida al cuello.
Los instrumentos musicales acompañan a la persona que canta y ésta recita décimas, ya sean improvisadas o aprendidas. Es un elemento del patrimonio cultural inmaterial cubano, abierto a todos, propiciador de una cultura del diálogo y que expresa los sentimientos y conocimientos de las gentes. Las técnicas y conocimientos del Pueblo se transmiten, como sucede desde siempre, por imitación o mediante aprendizaje en las Casas de Cultura.
No es de extrañar que, este año 2017, El punto haya sido incluido en la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial. El patrimonio no se limita sólo a monumentos y colecciones de objetos sino que incluye tradiciones, expresiones, usos sociales, rituales así como saberes y técnicas vinculadas a la historia de una comunidad. Este patrimonio intangible, al igual que sucede en el mundo de la empresa, tiene un valor social y económico inimaginable.
En imita insistimos a nuestros clientes en la necesidad que de valorizar su Innovación y registrar cada servicio innovador para que se convierta en un activo corporativo. Es esta materia es bueno prevenir y cuantificar el verdadero valor de las cosas porque, como decía Albert Einstein, “En los momentos de crisis solo la creatividad es más importante que el conocimiento”.
No hablamos sólo de productos que sean, por su propia esencia, patentables o susceptibles de registro industrial. La desventaja en el mundo comercial la apreciamos cuando creamos un servicio intangible, aquel que no se toca pero que si lo experimenta el consumidor. Como Consultores nuestro objetivo es convertirlo en una ventaja competitiva y reflejar sus beneficios en la rentabilidad del cliente.
Un claro ejemplo es la empresa Netflix que, con su modelo de servicios, superó a empresas como Blockbuster y Hollywood Video, que ya tenían posicionamiento en el mercado. Netflix logró un cambio en el modelo de negocio de alquilar películas con una suscripción mensual que evitaba el sobrecoste de la devolución tardía de películas. Su propia inercia empresarial le llevó a la personalización de las búsquedas y a que su clientes recibieran y devolvieran las películas de una forma rápida y cómoda gracias a a una alianza con «Correos USA».
Este caso demuestra que los activos intangibles no son sólo la información que tenemos en nuestras Bases de Datos o la propiedad intelectual de la Innovación. Son también las competencias económicas que dotan de valor a nuestras empresas aunque, a menudo, no tengan registro contable. Tenemos que poner en valor la imagen de nuestra marca, nuestros clientes, el capital humano de nuestra empresa y, sobre todo, lo que somos como organización, nuestras prácticas de negocio que nos hacen únicos e irrepetibles.
En los 70, las 500 mayores empresas del mundo eran tangibles. Hoy este grupo tienen un 85% de activos intangibles de ahí la importancia de su protección y puesta en valor.
Lo que no se ve, se reconoce en lo que somos como equipo. La Cooperación ha asegurado nuestra supervivencia y prosperidad durante milenios y esto pone en evidencia el destino de la humanidad: todos somos uno, somos seres solidarios, vivimos bajo el mismo Sol.
«Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos. —Lo esencial es invisible para los ojos —repitió el principito para acordarse. —Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella —Es el tiempo que yo he perdido con ella… —repitió el principito para recordarlo.«
El Principito. Antoine de Saint-Exupéry.
1 Comment
RowenaS
Very interesting topic, thanks for putting up.Blog monry